viernes, 10 de diciembre de 2010

Cernuda en España

A pesar de la enorme repercusión literaria de que ha gozado la obra de Luis Cernuda, aún no se había escrito una biografía rigurosa y exhaustiva sobre el autor. El traductor y poeta Antonio Rivero Taravillo viene a colmar esa deficiencia con una biografía en dos volúmenes, el primero de los cuales ha sido galardonado con el XX Premio Comillas. Luis Cernuda. Años españoles (1902-1938) da abundante noticia de los hechos y carácter de uno de los poetas fundamentales del s.XX.


La parte más insoportable de las biografías, esto es, la infancia del personaje biografiado, Rivero Taravillo la sobrelleva muy bien, encontrando el justo equilibrio entre la información y las anécdotas. Nos enteramos así de la carrera militar del padre de Cernuda y de su carácter poco cariñoso, lo que pesará en el ánimo del poeta durante toda su vida (podría decirse que la animadversión al padre es constante de todos los poetas que en el mundo han sido). En la infancia se fragua el carácter retraído y arisco de Cernuda que será su seña de identidad durante toda su vida. Entre los hechos más significativos de esa época destacaré el hallazgo de Galdós y Bécquer, a quienes guardará perenne admiración durante toda su vida.

En la Universidad cursa Derecho sin ganas, pues la afición a componer versos ya se iba imponiendo en su ánimo como su único destino posible. Es sintomática del carácter de Cernuda esta asunción de la vocación poética como un destino, de su testarudez además de su exigencia y lucidez. El autor de esta biografía resalta el carácter espinoso de Cernuda, causa principalmente de una hipersensibilidad que le volvía rencoroso y de carácter mudable. Incluso los que le apreciaban y le trataban mejor sufrieron a menudo sus desplantes. Esa enfermiza timidez no le impidió vivir discretamente pero sin titubeos su homosexualidad, bien conocida de todos y que le hizo objeto de más de un chismorreo malintencionado. El poeta aceptó pronto su sexualidad como algo carácterístico en él y no intentó ocultarla (tampoco alardeó de ella) ni llevar una doble vida. 


Lee mucha literatura francesa (el ejemplo de Gide es fundamental en su vida) y acusa la influencia (entre muchas otras) de ese monstruo poético llamado Hölderlin. La recepción ignorante y superficial de su primer libro, Perfil del aire, le marcará para el resto de su vida. Vive de la herencia familiar y de trabajos que sus amigos se preocupan en buscarle, y le gusta la ropa cara y elegante. Tal vez sea una característica que Cernuda toma del dandy de Baudelaire ese atildamiento, una manera de marcar distancias con la sociedad. La actitud antiburguesa del sevillano es herencia de esa concepción romántica del poeta como alguien enfrentado al filisteísmo de la sociedad, alguien marcado con un camino fatal que ha de seguir. Pronto fue enemigo Cernuda de todas las muestras de folclorismo andaluz. Aunque echó todas las pestes posibles sobre sus paisanos, sintió una aguda nostalgia por el aire y la luz de su tierra.

La proclamación de la II República, con su nuevo interés por alfabetizar a todo el país, le supone un nuevo trabajo en las Misiones Pedagógicas que le llevará por buena parte de España. Su obra se enriquece con la energía  de un intenso romance con un muchacho y con la influencia surrealista (Los placeres prohibidos). El estallido de la Guerra Civil le hace situarse sin dudarlo en el bando republicano. Aunque muchos de sus amigos mantengan posiciones prosoviéticas, la independencia de Cernuda le hace detectar al instante el letal sectarismo de los comunistas, por lo que se mantiene alejado de toda afiliación política. Finalmente, en 1938 abandona España para siempre.

Antonio Rivero Taravillo ha escrito una biografía amena, muy documentada y sumamente agradable de leer. El uso habitual de testimonios de la época, tanto de Cernuda como de los que le conocieron, sirve para trazar un atinado retrato de los claroscuros del poeta. El biógrafo examine y corrige algunas inexactitudes de sus predecesores, especialmente en lo referente a la familia y la infancia de Cernuda. Sólo cabe esperar la aparición del segundo volumen (que aparecerá en abril de 2011, como informa el autor en su blog). Mientras tanto, este libro incita con fuerza a releer la obra cernudiana. Para loa amantes de la poesía, hago saber que la reciente edición de la Poesía reunida de W. B. Yeats se debe a la buena mano de Rivero Taravillo y que no tiene desperdicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario