domingo, 10 de enero de 2010

Palabrería

a
El uso correcto de la lengua requiere esfuerzo y una cierta amplitud cultural, un mínimo bagaje por el mundo de la palabra escrita, donde se plasman las estructuras más complejas del lenguaje. Como auténtico acontecimiento cultural debe saludarse la aparición de la Nueva Gramática, un colosal esfuerzo por explicitar las normas por las que se rige el castellano. José Antonio Millán le dedica un artículo en El País.


Aunque tal vez resulte menos árido para adentrarse en las intimidades del idioma un libro del mismo Millán: El candidato melancólico. En él nos explica con un estilo sencillo y ameno la etimología (étymos: verdadero y logos: palabra) de una gran cantidad de palabras, revelando por el camino lo que en ellas queda de un pasado remoto. Como la entretenida historia de los nombres de los colores, generalmente derivados del latín. O de otras palabras relacionadas con el color: cerveza viene del latino cervesia, 'del color del ciervo', margarita viene del griego margarités, 'perla'. De ahí se comprende que Jesús dijese lo de "arrojar margaritas (perlas) a los puercos" (Mt, 7, 6), lo que cuadra con su estilo paradójico.

El libro continúa su andanza por el mundo de las onomatopeyas, la fascinante reconstrucción del idioma común de buena parte de la humanidad, el indoeuropeo, el viaje de cientos de palabras a través de inmensos territorios para caer en otra lengua, los eufemismos y otra gran cantidad de medios por los que se forman nuevas palabras. No puede dejar de observarse el origen inevitablemente mestizo de toda lengua, con préstamos e influencias de todas aquellas culturas que entran en contacto con ella. Un librito de 150 páginas que se leen de un tirón. En la página del autor puedes encontar el blog en el que se amplía el tema del libro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario