martes, 26 de enero de 2010

Bendito ruido

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En el año 2007, el crítico musical del New Yorker Alex Ross publicó The Rest is Noise, una historia de la música seria en el s. XX. El libro ha tenido una excelente acogida tanto de crítica como de público y ahora, después de haberlo devorado en la versión castellana de Luis Gago, quien lo ha traducido como El ruido eterno. Escuchar al siglo XX a través de su música, comprendo perfectamente las razones de su éxito.


Mezclando sabiamente el relato biográfico con un sucinto análisis musical, Ross comienza con el estreno de la ópera Salome, de Richard Strauss. Esta obra, artífice de un lenguaje que seduciría a todas las jóvenes promesas de la música que asistieron al estreno, desde Schoenberg a Alban Berg, tuvo un éxito espectacular. También asistió el amigo/rival de Strauss, Gustav Mahler, otro monstruo de la música que influiría poderosamente en las siguientes generaciones de músicos.

Es imposible resumir aquí la gran cantidad de datos, anécdotas y opiniones vertidos en el libro, así que me limitaré a recomendarte algunos discos en los que puedes escuchar a los autores de los que se habla en el libro. Y, desde luego, agénciate El ruido eterno pero ya.

Sinfonía nº 5, de Gustav Mahler


El adagietto de esta fantástiva sinfonía pasó a ser archiconocido a partir de su utilización por Luchino Visconti en Muerte en Venecia. Aquí puedes descargarte la versión de Claudio Abbado con la Filarmónica de Berlín.



La Création du Monde, de Darius Milhaud



Una obra con influencias jazzísticas de uno de los miembros del grupo conocidos como Les Six. En el gran blog P. Q. P. Bach puedes descargarlo.



2001, A Space Odyssey
(O.S.T.)


La célebre película de Kubrick abunda en música del s. XX, desde el poema sinfónico Así habló Zaratustra, de Richard Strauss, hasta los misteriosos Requiem y Lux Aeterna del húngaro Giorgy Ligeti. Aquí tienes el enlace para descargarlo, tomado de aquí.

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